La instalación cinematográfica MarDesierto/DesertSea intenta hacer visible las relaciones entre el paisaje, la historia, y los seres que brevemente habitan estos grandes espacios. Nuestras sensaciones personales y universales de conexión a la historia y al paisaje a través de la memoria nos permiten captar un breve destello de la red que nos une. Esta instalación interactiva considera no solo el papel del artista y el espectador en el acto de recordar, sino también el mar, el desierto, el viento, la sal, la tierra, y la luz en este proceso—la manera en que elementos no humanos ejercen su existencia y nos conectan a la historia, el tiempo, y la geografía.

Cuatro proyecciones se juntan en la forma de un gran retablo. La imagen de un vasto desierto avanza eternamente a paso de caracol. Completamente visible en las partes laterales, aparece solo a veces por encima del horizonte de un mar extenso en la parte central. Aquí, tres proyecciones distintas del mar se sobreponen y se combinan. Cada una está compuesta de solo uno de los colores primarios de la luz. Las tres proyecciones coinciden espacialmente pero no temporalmente. El resultado es una imagen hiperreal moviéndose a un paso hipnótico, donde crestas blancas se producen cuando los tres distintos momentos de oleaje coinciden en puntos concretos. El espectro entero de luz visible se revela en los muchos puntos de discordancia rítmica. Cuando un espectador entra al espacio, su cuerpo interrumpe el trayecto de la luz, ocultando partes del espectro y revelando otros colores luminosos a la vez que simplifica la imagen estratificada del mar al restar tiempo, espacio, y luz.